Ahora sí puedo decirlo bien alto. El domingo fue espectacular y no solo por el sol que mantuvo a la lluvia alejada, sino por lo muchisimo que me hace disfrutar la feria del libro. Poder conocer a nuevos lectores, escuchar, hablar y compartir tus libros con ellos, las visitas de amigos, lanzar hechizos con Ana Isabel Cadrecha, estar tan bien acompañada en la caseta 148 por Arianna, Squilloni, Ana Cadrecha y Lara Valverde, los picnic improvisados repletos de risas por ardillas chungas, historias de sonambulismo y huertos de plantas asesinas, las cañas y charlas hasta la medianoche... Y como guinda, no quedó ni un ¡Malacatú!, ¡Fi!, ¡Fa!, ¡Fu! Ese último que íbamos a reservar para no dejar el inicio de la semana desmalacatudo, encontró a su dueña y cualquiera se resiste a separarles después de las carcajadas que soltaba Alicia escudriñándolo una y otra vez. Pues eso, que el domingo fue espectacular, ¿cómo no va a ser la feria uno de mis momentos favoritos del año?